El efecto “escopeta” en las Empresas.
Una forma sencilla de explicar una administración de empresas tipo “escopeta”
es la siguiente:
Imaginen por un momento un director de empresa que se
encuentra inmerso en una situación de crisis en su organización y que,
desesperadamente, busca soluciones de raíz que le permitan tomar el rumbo
correcto de su empresa.
Para hacer frente a la crisis decide poner todo su empeño y el de sus colaboradores en la elaboración de un Plan de Negocio de corto plazo que le permita un drástico cambio de timón.
El escenario óptimo proyectado, depende únicamente de que se "cierre" una cuenta clave; esta cuenta significaría un nuevo comienzo, ahora sobre un terreno plano.
Para hacer frente a la crisis decide poner todo su empeño y el de sus colaboradores en la elaboración de un Plan de Negocio de corto plazo que le permita un drástico cambio de timón.
El escenario óptimo proyectado, depende únicamente de que se "cierre" una cuenta clave; esta cuenta significaría un nuevo comienzo, ahora sobre un terreno plano.
Una vez formulado, integrado, revisado, ajustado y autorizado, el Plan
de Negocio está listo para ser disparado.
Es el momento de arremangarse las camisas, de apuntar al blanco (Plan de Negocio) y de disparar!
La primera actividad consiste en la difusión de la situación crítica a todo el personal, es momento de pedirles su esfuerzo y compromiso para pasar por esa barrera, de hacerlos consientes de que es “Ahora o Nunca”.
Es el momento de arremangarse las camisas, de apuntar al blanco (Plan de Negocio) y de disparar!
La primera actividad consiste en la difusión de la situación crítica a todo el personal, es momento de pedirles su esfuerzo y compromiso para pasar por esa barrera, de hacerlos consientes de que es “Ahora o Nunca”.
Con una buena estrategia de comunicación el impacto en la gente es mayúsculo, todos el personal se motiva y se ocupa en pensar como apoyar para hacer frente a la crisis y desempeñar un trabajo eficiente, el mensaje es claro... “ahora o nunca”.
Todos hacen un gran esfuerzo por reducir gastos, se toman
decisiones difíciles para reducir la plantilla… todos tienen un sentido de urgencia que
se percibe en el ambiente.
En medio de esa actividad estratégica tan importante para el futuro inmediato de la organización, sorpresivamente llega, como un bálsamo, la tan esperada noticia del cierre positivo de la cuenta clave tan deseada, y entonces… de un momento a otro… como por arte de magia, todo, pero todo, se relaja de nueva cuenta.
Si así es… ya no hay prisa y el trabajo urgente e importante se puede ejecutar con más calma, como si en realidad hubiera tiempo para frenar la dinámica de cambio que requiere la empresa.
En medio de esa actividad estratégica tan importante para el futuro inmediato de la organización, sorpresivamente llega, como un bálsamo, la tan esperada noticia del cierre positivo de la cuenta clave tan deseada, y entonces… de un momento a otro… como por arte de magia, todo, pero todo, se relaja de nueva cuenta.
Si así es… ya no hay prisa y el trabajo urgente e importante se puede ejecutar con más calma, como si en realidad hubiera tiempo para frenar la dinámica de cambio que requiere la empresa.
Pero bueno, así, cada director y gerente, esos mismos que al inicio dispararon
con precisión su escopeta, que se arrojaron con valentía, que pusieron todo su
esfuerzo y la mejor de las actitudes en perseguir el cumplimiento del Plan de
Negocio, esos que arengaron a toda la gente… ahora, ante tal impactante noticia, digamos… asumen una actitud más relajada, mesurada y tranquila; les regresa el color y la actitud de “diferencia de clases” y de forma
natural regresan con paso firme al camino de las antiguas prácticas de negocio…
total, no hay prisa, ahora si tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios,
pero más pensados.
Y como coloquialmente decimos, “Uno como quiera, pero ¿y los niños?”, traduciendo este dicho a “jerga” de negocios, sería algo así como… “Los Jefes como quiera, pero ¿la gente y la empresa?”
El escopetazo se disparó apuntando a un blanco, claro y fijo, con distancia y condiciones controladas, y con tal deseo que la propia fuerza del disparo hiso la proeza de integrar a todas las personas en un solo pensamiento... darle al blanco y cambiar al rumbo correcto, y de repente… los perdigones se dispersaron, salieron para todos lados, y ni uno solo pega en el blanco.
En estas situaciones de crisis, ante la gran oportunidad de tomar de nueva cuenta el rumbo correcto para la empresa, con la tripulación del y al lado del capitán, todos listos para afrontar el vendaval y salvar juntos la nave… lo dejamos todo de lado, todo.
Y de inmediato llega a la mente de los colaboradores… ¿Dónde está el Capitán?, ¿Qué paso con la crisis?, ¿Cuál es el daño?, ¿Quién evalúa el daño en la organización( tripulación)?, ¿Quién evalúa si realmente se cambió de rumbo?
Este ejemplo de la Administración de Empresas tipo "Escopeta", aunque pudiera ser exagerado, desafortunadamente ocurre más a menudo de lo que nos imaginamos.
Ocurre cada vez que se lanza un programa nuevo sin un compromiso profundo,
Ocurre cada vez que no se tiene claridad en lo que conviene para la organización,
Ocurre cada vez que no le damos el justo valor al capital humano.
En realidad ocurre porque no hay un propósito claramente definido.
Mi sugerencia, es que los Directores deben, por lo menos, deben considerar estos puntos:
Es solo una sugerencia, nada más.
Un abrazo,
Jesús Vargas
Y como coloquialmente decimos, “Uno como quiera, pero ¿y los niños?”, traduciendo este dicho a “jerga” de negocios, sería algo así como… “Los Jefes como quiera, pero ¿la gente y la empresa?”
El escopetazo se disparó apuntando a un blanco, claro y fijo, con distancia y condiciones controladas, y con tal deseo que la propia fuerza del disparo hiso la proeza de integrar a todas las personas en un solo pensamiento... darle al blanco y cambiar al rumbo correcto, y de repente… los perdigones se dispersaron, salieron para todos lados, y ni uno solo pega en el blanco.
En estas situaciones de crisis, ante la gran oportunidad de tomar de nueva cuenta el rumbo correcto para la empresa, con la tripulación del y al lado del capitán, todos listos para afrontar el vendaval y salvar juntos la nave… lo dejamos todo de lado, todo.
Y de inmediato llega a la mente de los colaboradores… ¿Dónde está el Capitán?, ¿Qué paso con la crisis?, ¿Cuál es el daño?, ¿Quién evalúa el daño en la organización( tripulación)?, ¿Quién evalúa si realmente se cambió de rumbo?
Este ejemplo de la Administración de Empresas tipo "Escopeta", aunque pudiera ser exagerado, desafortunadamente ocurre más a menudo de lo que nos imaginamos.
Ocurre cada vez que se lanza un programa nuevo sin un compromiso profundo,
Ocurre cada vez que no se tiene claridad en lo que conviene para la organización,
Ocurre cada vez que no le damos el justo valor al capital humano.
En realidad ocurre porque no hay un propósito claramente definido.
Mi sugerencia, es que los Directores deben, por lo menos, deben considerar estos puntos:
- Visualizar y definir el propósito de su emprendimiento,
- Establecer y/o adecuar los procesos clave del negocio que le permitan alcanzar ese propósito,
- Identificar los perfiles, evaluar y seleccionar a los colaboradores que comulguen con su propósito, y que con su talento, aporten ideas para mejorar los procesos clave de negocio,
- Formar a sus colaboradores en las competencias necesarias,
- Mantener involucrados y comprometidos siempre a sus colaboradores y,
- Regresar al primer punto.
Es solo una sugerencia, nada más.
Un abrazo,
Jesús Vargas
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