Los minutos previos a un acontecimiento que has deseado y que sabes que esta por suceder, son momentos donde se mezclan sentimientos que pueden llegar a confundirte, desde la validez de tu propósito hasta la realización, por fin, de lo que tanto quieres.
Sin importar el tipo de acontecimiento que te ocupe, la incertidumbre que puedes llegar a sentir en esos momentos puede alterar el rumbo de las cosas, y es la fortaleza interior la que, con voluntad y perseverancia, te mantiene en el camino.
La VISUALIZACIÓN constante de tu pensamiento deseado es la fortaleza interior a la que me refiero. Y precisamente la visualización DIRECTIVA es la que te mantendrá en el rumbo correcto a pesar de la incertidumbre que te pueda atacar por momentos.
Así que recuerda mantenerte siempre con espíritu de logro, y visualiza tu propósito siempre integrando las tres dimensiones de negocio:
– Dimensión Creativa. Que se refiere al componente de pensamiento empresarial que dio o está dando origen al emprendimiento.
– Dimensión Estratégica. Que se refiere al componente que da rumbo estratégico a tu emprendimiento.
– Dimensión Humana. Que se refiere al componente individual que permite la ejecución dinámica y armonizada de las dos dimensiones anteriores.
La dimensión humana engloba igualmente las competencias del liderazgo. Esas competencias y su impacto en la inteligencia emocional hacen de un emprendedor un buen líder director.
Un abrazo,
Jesús Vargas
Jesús Vargas
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