Una persona que imagina, y que puede impregnar esas imágenes
con detalles tan específicos sobre lo que desea alcanzar como resultado final,
esta visualizando, y si este ejercicio lo hace con perseverancia, la persona empezará a
encontrar las ideas, los individuos y las herramientas y recursos necesarios para lograrlo.
El resto es dedicación, esfuerzo e inteligencia para la toma de decisiones.
Cuando inicialmente comento estas líneas con las personas que me contratan, lo primero que veo es una sonrisa entre burlona e de incredulidad.
El resto es dedicación, esfuerzo e inteligencia para la toma de decisiones.
Cuando inicialmente comento estas líneas con las personas que me contratan, lo primero que veo es una sonrisa entre burlona e de incredulidad.
Pero una vez que comenzamos con el proceso de las preguntas para explorar
y definir su ideal y visión de negocio, y las comparamos con la realidad del
mismo… la sonrisa cambia, primero por una expresión de sorpresa, que (segundo)
continúa inmediatamente con una mirada de reflexión, para (tercero) después, con especial voluntad, ponernos a
trabajar hasta llegar a visualizar el objetivo y establecer un plan de trabajo
para alcanzarlo.
Este proceso es muy divertido, al inicio duro y crudo para la persona,
pero inmediatamente transformador y creativo.
Cuando logramos cambiar nuestra mente competitiva, por una
mente creativa y constructiva, identificamos (sin duda alguna) con relativa
sencillez lo que debemos esperar, y por lo tanto, lo que debemos hacer.
Aprender a identificar nuestros pensamientos limitadores de
aquellos potenciadores, es el primer paso. Un gran paso!
Un abrazo,
Jesús Vargas
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