Todo cambio en el rumbo estratégico de una empresa familiar debe
y puede hacerse rápido y con sentido de urgencia, sin embargo en la realidad, cuando
usamos la palabra “urgente” o “rápido” no nos referimos a un problema
potencial, sino más bien a un problema ya está presente, instalado e impactando
a nuestra organización.
No voy a hablar de los distintos tipos de problemas que se presentan con mayor frecuencia en una empresa familiar, sino más bien me voy a referir únicamente al proceso de identificación del problema.
Hemos escuchado frecuentemente que nos dicen que el 80% o 90% de la solución de un problema se encuentra en el planteamiento y entendimiento del mismo, y esto es una gran verdad.
Mientras no identifiquemos y entendamos el origen y la naturaleza de un problema difícilmente vamos a diseñar y desarrollar una solución de raíz para el mismo en la empresa familiar.
En mi experiencia con empresas familiares, este es un problema frecuente y evidentemente grave si no se atiende de forma eficaz y eficiente.
En la mayoría de las pláticas que tengo con directores de empresas familiares, y específicamente cuando abordamos la situación actual de la organización, normalmente tocamos los temas que al director le preocupan más y que el mismo considera como problemáticos, trascendentales y que, por lo tanto, requiere de una rápida y urgente atención y solución.
Entendiendo la situación por la que pasa el director, en esos casos, mi sugerencia es revisar y evaluar con detalle el origen de esos problemas, ya que al final se ahorrara tiempo, dinero y esfuerzo. Si desde un inicio se dedica el tiempo suficiente a la identificación de las verdaderas causas que originan el problema, vamos a sorprendernos y mucho, ya que en la mayoría de las veces estas causas se encuentran en procesos distintos a los que pensamos.
He tenido la oportunidad de ver el efecto negativo de procesos de ejecución internos y/o a través de empresas de consultoría por no dar la importancia necesaria y que merece el proceso de diagnóstico.
La mayoría de los directores asumen una posición de menosprecio al diagnóstico por considerarlo como una pérdida de tiempo y dinero, y prefieren tomar como punto de partida suficiente, sólido y veraz, su propio diagnostico. Por lo tanto, es de entenderse que a partir de esa posición es que se definan las acciones para el equipo de trabajo y/o los consultores contratados.
Solo tomen en cuenta que estas acciones para corregir desviaciones No son de raíz y por lo tanto, puede que el resultado en la ejecución de estos proyectos no siempre sea bueno, pudiendo quedar incluso al nivel de superficial y con resultados de menor impacto, es decir, se ataca el síntoma y no la enfermedad.
Hacer un diagnóstico profundo y orientado a la detección del origen de la enfermedad va a resultar, en el corto plazo, en un proceso mucho más económico, productivo y rentable para la empresa familiar.
Se podría decir que al conocer y comprender el origen del problema y siguiendo la regla, con un bien diagnóstico tendríamos el 80% de la solución final y, por lo tanto, el trabajo del equipo de trabajo y/o del equipo de consultores estará, y por mucho, más orientado a lograr resultados rápidos y con sentido de urgencia.
En resumen, si tu empresa requiere de cambios para mejorar, debe considerar lo siguiente:
Primero. Abre tu mente.
Debes estar dispuesto a escuchar que los problemas que originan los resultados no deseados en tu empresa, pueden estar ubicados en procesos distintos de tu organización y no solo en los que tú crees.
Segundo. Identifica la patología.
Apóyate en un proceso de diagnostico profundo y profesional, es necesario y recomendable para una correcta identificación de la causa real de los problemas que aquejan a tu empresa. Si no tienes la experiencia en estos procesos, apóyate de profesionales; él retorno de la inversión que hagas en esta etapa será mucho mayor al que puedes imaginarte – abre tu mente.
Tercero. Tómate la medicina.
Una vez que tengas el diagnóstico, entonces sí, date a la tarea de definir un plan de trabajo para atacar y corregir las causas raíz del problema; recuerda que tienes que identificar y medir a través de indicadores de negocio para que puedas evaluar el resultado de tus acciones (el resultado de la medicina). Igual, si no tienes experiencia pide apoyo profesional, pero recuerda que ahora sabes que se tiene que hacer, por lo que podrás trasmitir un sentido de urgencia a tu proveedor y podrá medir el avance y resultados de sus acciones, en otras palabras, ahora si tienes el “sartén por el mango”.
Suerte en tu proceso de mejora.
No voy a hablar de los distintos tipos de problemas que se presentan con mayor frecuencia en una empresa familiar, sino más bien me voy a referir únicamente al proceso de identificación del problema.
Hemos escuchado frecuentemente que nos dicen que el 80% o 90% de la solución de un problema se encuentra en el planteamiento y entendimiento del mismo, y esto es una gran verdad.
Mientras no identifiquemos y entendamos el origen y la naturaleza de un problema difícilmente vamos a diseñar y desarrollar una solución de raíz para el mismo en la empresa familiar.
En mi experiencia con empresas familiares, este es un problema frecuente y evidentemente grave si no se atiende de forma eficaz y eficiente.
En la mayoría de las pláticas que tengo con directores de empresas familiares, y específicamente cuando abordamos la situación actual de la organización, normalmente tocamos los temas que al director le preocupan más y que el mismo considera como problemáticos, trascendentales y que, por lo tanto, requiere de una rápida y urgente atención y solución.
Entendiendo la situación por la que pasa el director, en esos casos, mi sugerencia es revisar y evaluar con detalle el origen de esos problemas, ya que al final se ahorrara tiempo, dinero y esfuerzo. Si desde un inicio se dedica el tiempo suficiente a la identificación de las verdaderas causas que originan el problema, vamos a sorprendernos y mucho, ya que en la mayoría de las veces estas causas se encuentran en procesos distintos a los que pensamos.
He tenido la oportunidad de ver el efecto negativo de procesos de ejecución internos y/o a través de empresas de consultoría por no dar la importancia necesaria y que merece el proceso de diagnóstico.
La mayoría de los directores asumen una posición de menosprecio al diagnóstico por considerarlo como una pérdida de tiempo y dinero, y prefieren tomar como punto de partida suficiente, sólido y veraz, su propio diagnostico. Por lo tanto, es de entenderse que a partir de esa posición es que se definan las acciones para el equipo de trabajo y/o los consultores contratados.
Solo tomen en cuenta que estas acciones para corregir desviaciones No son de raíz y por lo tanto, puede que el resultado en la ejecución de estos proyectos no siempre sea bueno, pudiendo quedar incluso al nivel de superficial y con resultados de menor impacto, es decir, se ataca el síntoma y no la enfermedad.
Hacer un diagnóstico profundo y orientado a la detección del origen de la enfermedad va a resultar, en el corto plazo, en un proceso mucho más económico, productivo y rentable para la empresa familiar.
Se podría decir que al conocer y comprender el origen del problema y siguiendo la regla, con un bien diagnóstico tendríamos el 80% de la solución final y, por lo tanto, el trabajo del equipo de trabajo y/o del equipo de consultores estará, y por mucho, más orientado a lograr resultados rápidos y con sentido de urgencia.
En resumen, si tu empresa requiere de cambios para mejorar, debe considerar lo siguiente:
Primero. Abre tu mente.
Debes estar dispuesto a escuchar que los problemas que originan los resultados no deseados en tu empresa, pueden estar ubicados en procesos distintos de tu organización y no solo en los que tú crees.
Segundo. Identifica la patología.
Apóyate en un proceso de diagnostico profundo y profesional, es necesario y recomendable para una correcta identificación de la causa real de los problemas que aquejan a tu empresa. Si no tienes la experiencia en estos procesos, apóyate de profesionales; él retorno de la inversión que hagas en esta etapa será mucho mayor al que puedes imaginarte – abre tu mente.
Tercero. Tómate la medicina.
Una vez que tengas el diagnóstico, entonces sí, date a la tarea de definir un plan de trabajo para atacar y corregir las causas raíz del problema; recuerda que tienes que identificar y medir a través de indicadores de negocio para que puedas evaluar el resultado de tus acciones (el resultado de la medicina). Igual, si no tienes experiencia pide apoyo profesional, pero recuerda que ahora sabes que se tiene que hacer, por lo que podrás trasmitir un sentido de urgencia a tu proveedor y podrá medir el avance y resultados de sus acciones, en otras palabras, ahora si tienes el “sartén por el mango”.
Suerte en tu proceso de mejora.
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