REGAÑAR, ¿es la mejor opción? Cuidado con los regaños, nada más alejado a una solución proactiva que una reacción impulsiva; el regaño es una práctica que va a complicar mucho más las cosas al interior de la empresa, ya que el daño es grave tanto para el empleado, para el jefe y por supuesto para toda la organización. La práctica del regaño destruye fácilmente un proceso formal de comunicación abierta, nada daña más una relación abierta, sobre bases de educación y respecto que tiene como objetivo fomentar la libertad para interactuar, que una reacción por demás impulsiva, descontrolada que finalmente hiere, destruye y lastima a quien, a ojos del jefe, cometió un error, y que para complicar aún más la situación, la realiza prácticamente en cualquier lugar y momento, sin importar delante de quien se esté presente. Evidentemente la comunicación abierta y la “cultura del regaño” no se llevan, son como el agua y el aceite, y p...
Reflexiones de lectura rápida acerca de las empresas familiares